El éxito de 'Toro' en su primer fin de semana de estreno era de esperar. Los astros se han alineado de manera calculada...
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Si Kike Maíllo triunfaba hace 5 años con 'Eva', para posteriormente volver a conseguir el éxito con aquella ida de olla que fue 'Tú y Yo', no podía ser de otra manera a la hora de montar su nuevo circo.
'Toro' reúne a un reparto que salvaría el guión aunque fuese escrito por el mismísimo Uwe Boll. Rodearse de Luís Tosar y Mario Casas, es sinónimo de asgurarse un taquillazo. Ambos forman el dúo de actores mejor pagados del cine español y son garantía de rentabilidad absoluta si echamos un ojo a las cifras que mueven sus películas en nuestras pantallas.
¿Esto significa calidad? No perdamos la cabeza...
'Toro' es un film impecablemente realizado, faltaría más. Cualquier desliz de producción, la habría asemejado a películas de corte cañí d antaño, como 'Perros Callejeros'. Ya el título es peligro, al igual que el look de Tosar a lo Nick Cave.
Es el riesgo de filmar una historia en un marco y un país determinado. Al final no somos más que trogloditas sin cultura ni principios habitando la piel del toro a la que da titulo a la película.
La violencia es brutal y gratuita -cosa que yo agradezco-, pero su forma y manera de contar la historia, e incluso la historia misma, está demasiado vista en el cine americano. No hay sorpresas, aunque la apuesta es segura si la fórmula funciona. Y en este caso lo hace.
Mención aparte se merece el gran Sacristán, que en su papel de villano de la historia consigue acojonar y estremecer al más pintado. Pero eso es algo que no habíamos dudado en ningún momento.
Se echa de menos un poco de riesgo en el cine de Maíllo pero... ¡ojo, me lo he pasado teta viéndola!
